miércoles, 19 de septiembre de 2012

Búsqueda (Marzo 2004)



Búsqueda. (Domingo, 28 de marzo de 2004, 04:16 p.m.)

¿Quién eres?
He renunciado al dolor que tu causas.
Desde que me propuse escribir nuestros diálogos te escondiste,
tal vez no te dejo hablar.

Pienso que debo seguir pensando.
Pues mi pensamiento es mi espíritu.
Y cuando callo,
te veo venir,
ahora, como un regalo de paz,...
antes, como una serpiente voraz,
zigzagueando con fuerza,
decidida a tocarme,
a asfixiarme...
Y ahora,
escucho los pájaros que antes no escuchaba,
¡Cómo huí de ti!
¡Mi vida era huir de ti!
Pero huyendo de ti
me sentía solo,
un vacío rodeaba todo,
era como si hubiera abierto los ojos,
y hubiera visto que mi vida se dirigía al vacío.
Y sentí ese vacío en mi exterior y dentro de mí.
Ese vacío no era extraño para mí.
Lo reconocía.
Vi mi juicio, o mejor dicho,
me vi en el final de mis deseos.
Volé hacia arriba,
y pasé, con la velocidad de la soberbia,
sobre todas las cosas que ya conocía.
No quise detenerme.
No sabía que lo que buscaba sin saber
era mi propio juicio.
Anhelé saber el final de ese camino,
de esa grieta que mi vuelo abría
sin querer ser tentado por las cosas de Dios,
por temor a que fueran de la serpiente.
Y conocí a la serpiente, luego me hice serpiente.
Vi el mundo como serpiente
y me gustó ser serpiente,
y creía ser de Dios.
Viví engañado por la serpiente,
luego viví engañado por mí mismo.
Ahora no me engaño.

Javier Macias Mercado

No hay comentarios:

Publicar un comentario